Por M.A. Águeda Ramírez De
Rodríguez
Excelente jefe de familia, apreciaba los valores humanos y la justicia.
De gran carácter, responsabilidad y formación recia, honesto y exageradamente
fiel a su partido, hoy Reformista
Social Cristiano. Así
lo describe su
hija, la Dra. Wilhelmina Suero de Muñoz.
“-Don Negro, ¿cómo está usted?-. –Aquí en la lucha-, aquí en la
lucha-. Con esta original expresión
contestaba Don Negro Suero a su interlocutor, sentado en su mecedora...” “La Lucha” era el nombre de su mecedora, que
lo tenía impreso en su respaldar, consigna el Ing. Gustavo Adolfo Tavárez
Rodríguez (1999) en su obra Eran otros los
tiempos y otros los hombres.
Hijo de Don Zenón Suero Betances y de Doña Amalia Ramírez, nació en
esta ciudad de Barahona el 10 de mayo de 1908. Su infancia y adolescencia
transcurrieron entre la naturaleza y las guerras civiles. Casó en 1932 con la
Señorita Lucila Méndez, ayuda en su vocación literaria y en su lucha por la
vida y con ella procreó a Waldo Ariel, Wilie Eleazar, Ángel Augusto, Wanda Amalia,
Luisa Altagracia, Walter Somer, Wilhelmina,
Carmen Esdreda, Alda Altagracia y Elga Soynigeng. Tres han
fallecido y los siete restantes que le sobreviven son profesionales.
Bachiller graduado en el colegio Santo Tomás de Aquino en la
ciudad de Santo Domingo, tuvo también profesores privados de francés y de
inglés, llegando a dominar además los idiomas italiano, alemán y latín. En
escuelas de Estados Unidos de Norteamérica estudió Periodismo, carrera que no
ejerció. En 1930 se graduó de Perito Mercantil. Además estudió Mecanografía y
Taquigrafía en español y en inglés. Enamorado de las ciencias, estudiaba por
cuenta propia Matemáticas, Química y Física. Música, Literatura, Historia y
Geografía mundiales, fueron otras materias de su interés y, aunque dado a poco viajar, conocía
el mundo a través de la lectura, actividad en la cual se introdujo de la mano
de su gran amigo Don Dimas Vidal.
La producción literaria
de Don Negro Suero consta de más de 20 títulos,
los cuales describen en forma pintoresca el paisaje, la convivencia y el lenguaje típico de los vecinos del suroeste. Entre tales obras podemos mencionar: Cuentos provechosos, Juan del Campo (novela), De Dios, de las
plegarias y de los milagros, Los olivos del Sur, Contra la Corriente,
Meditaciones de un Oprimido, Norte y Sur, Los cuentos de las Costas Cálidas,
Paz sin Dios y Murallas de Jericó, esta última publicada en 2005.
La principal actividad laboral de Don Negro consistió en la
compra y venta de café para la exportación, en la cual fue pionero en la
sección la Ciénaga, donde también
poseía un negocio de venta de
comestibles. También fue profesor de inglés y de mecanografía. Además desempeñó
numerosos y variados puestos de
trabajo, a saber: Síndico Municipal, Director del Instituto Comercial,
Subsecretario de Estado de Agricultura,
Secretario de la Cámara de Comercio, Tesorero Municipal, Regidor,
Director del Consorcio Algodonero
Dominicano.
En 1953 fue Presidente del Partido Dominicano. A la caída de Trujillo fundó el Partido Acción Social, más tarde
Partido Reformista, en la actualidad (2015) Partido Reformista Social
Cristiano. Co-fundador del Ateneo de Barahona, también lo fue de la Sociedad Cultural
Castalia y del Club Rotario. En 1948 fundó el cine-teatro Bahoruco, palacio de arte y cultura de la
época.
De temperamento afable y jovial, existen sobre él muchas
anécdotas. Una de ellas, contada en la
obra Eran otros los tiempos y otros los hombres, da cuenta de que en una
ocasión, estando el Dr. Balaguer de visita en su residencia, llamaron a
almorzar como era costumbre de la casa, con el toque de un fotuto o caracol.
Narra el autor que la estampida de los comensales no se hizo esperar, a lo que
el Dr. Balaguer increpó a Don Negro diciéndole: Negro: ¿cuál es el motivo de
esta correría? A lo que Don Negro respondió: Balaguer, apresúrate, corre para
que no te quedes sin comer!
Aquejado por una Úlcera crónica, el 2 de enero de 1997 falleció
Don Negro Suero, dejando a estas y a futuras generaciones su obra, la cual
constituye un legado de indiscutible valor y, a tal respecto, el periodista
Jaime Bedolla Martínez, en su artículo titulado “ÁNGEL AUGUSTO SUERO: EL
MAESTRO”, lo califica como: “... un maestro de la vida, de la sabiduría, de la
patria, del amor, de la cultura y de
todas las cosas nobles que por excelencia le atañen al hombre, a los
pueblos y a la humanidad en general...”.
Por su larga carrera en el servicio público y por su amplia labor
literaria, fue Don Negro objeto de reconocimientos por el INDESUR, con el
premio Iguana de Oro y por el Club Rotario.
En el 2006 fue reconocida por la Oficina Nacional de la
Propiedad Industrial (ONAPI), bajo el número 06-58665, e incorporada la organización sin fines de
lucro Fundación de Apoyo Educativo Ángel Augusto Suero, la cual tiene en
proyecto actividades tales como: Reconocer y difundir la cultura en general y
la educación a nivel primario y universitario, promover becas, talleres
literarios y estudios de informática y promover el arte, la ciencia y la
cultura en sentido general en toda la república e Iberoamérica.
Mediante resolución del Ayuntamiento Municipal del 19 de junio
del 2008, fue designado con el nombre de
Don Ángel Augusto Suero un tramo de la carretera que conduce al municipio de
Paraíso y a la provincia Pedernales.
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