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Profesor Carlos Lassis Peña |
Por Águeda
Ramírez De Rodríguez
“Don Carlos Lassís:
Maestro de maestros, artista
del lente, pero aún más, escultor
y gran artesano, dibujante extraordinario...”.
Así se refiere al Profesor Lassís el Ing. Gustavo A. Tavárez (1999) en su obra
Eran otros los tiempos y otros los hombres. Como
“un verdadero maestro”, lo calificaba quien fuera
su alumno, el Profesor Luis Antonio
Arias Michel.
Se inició en el aprendizaje de las artes aprendiendo dibujo como discípulo de Don Abelardo Rodríguez
Urdaneta y fotografía con Don Barón Rodríguez, uno de los primeros fotógrafos de Santo Domingo. En La Vega aprendió
Artesanía con Don Salomón Peña, su
tío materno. También fue Caricaturista.
Hijo de Doña
Aurelia Peña y descendiente de holandeses por el lado paterno, nació en la
ciudad de Santo Domingo en 1897. Allí inició los estudios de Medicina que luego
abandonó. En la ciudad de Bonao casó con la Señorita Palmira Olimpia Rosario,
con quien vino a residir a esta ciudad de Barahona en 1924 y con quien procreó
a Lidia, Flavio, Manuel, Radhamés y Carlos Julio -Minino-. Con la señora
Venecia Constanza Marranzini procreó a Antonio -Toñito-.
Fue el Profesor
Lassís el creador
de la primera Escuela de Artes
Manuales en Barahona,
en la cual se formaron numerosos
profesionales en dibujo, esculturas
en yeso, repujado en suela y
yeso, ambos en alto y bajo relieves. Fue además profesor de dibujo de la escuela
de enseñanza secundaria llamada La Normal,
primera que formó
bachilleres en Barahona. Durante los años 30 fue Presidente del Ayuntamiento Municipal y en 1952 co-fundador del Ateneo de Barahona.
Aficionado a las
lidias de gallos, su
gallo favorito llevaba
por nombre El Mochito,
porque le faltaba
una espuela.
Como fotógrafo particular, para la década
de los años 50 fue fotógrafo por excelencia de las familias Barahoneras, oficio que legó a sus hijos Antonio
y Carlos Julio. Ocasionalmente atendía
la imprenta que poseía en esta
ciudad el señor Héctor Incháustegui Cabral. Bancos de granito
para los parques,
columnas para las farolas y lápidas fúnebres
son parte de la obra de este artista,
siendo una de sus obras artísticas más notables una paloma
gigantesca fabricada en yeso y que representó la paz durante
un desfile conmemorativo de la Independencia Nacional en los años 40, además de las carrozas
que construía para representar a Barahona en los diversos
desfiles que se efectuaban en la ciudad Capital.
Carlos Lassís Peña
observó durante toda su
vida un comportamiento que le granjeó
grandes manifestaciones de cariño
entre sus coetáneos, además de distinguirse por ser un gran
consejero y por su afición de inculcar a la juventud
valores positivos, declaraba su hijo Toñito Lassís. Otra de las cualidades positivas fue su lealtad, la cual en una ocasión
le valió prisión
por 17 meses en la cárcel
de la fortaleza militar local
de la época, donde recibió
tortura psicológica al no denunciar a quienes elaboraron
y distribuyeron propaganda contra
el régimen de Trujillo.
A la edad de 83 años falleció Don Carlos en 1980 en esta ciudad
de Barahona a causa de un
quebranto repentino de su salud y, en reconocimiento a su fecunda labor
cultural, ha sido reconocido al designar
con su nombre una calle del Sector NACO de esta ciudad.
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