Por M.A. Águeda Ramirez de Rodriguez
"Más
malo que Muelú".
Frase repetida por
el pueblo para designar a alguien que mostrara intenciones
malvadas constantemente. Sin embargo, Muelú dice no saber por qué le pusieron ese
nombre.
Cuenta la tradición oral que Muelú gozaba
con hacer el mal,
sobre todo a quienes pedían
en uno de sus negocios, una freiduría que mantuvo
desde los años 50 hasta 1986 en la zona de los
prostíbulos más conocidos de esta ciudad
de Barahona. Cuéntase, por ejemplo, que a los perros que pululaban por los
alrededores del citado
negocio, solía lanzarles un hierro al rojo vivo, previamente calentado en el anafe, el cual
atrapaban con la boca
y, cuando los mismos huían aullando de dolor, exclamaba: "viste lo malo que soyyyyy?". También se dice que,
cuando un miembro de la Policía Nacional estaba en su negocio esperando
consumir algún alimento sin pagar, propinaba un golpe con el cucharón con el
cual iba a servir sobre el lomo de alguno de los perros que se encontraban en
los alrededores.
El Ing. Gustavo A. Tavárez
(1999) en su obra “Eran otros los tiempos y
otros los hombres” cuenta que el sobrenombre le viene
"por su prominente dentadura", mientras refiere
una de las anécdotas sobre este personaje, según la cual, a los perros que se
acercaban a su fritura los espantaba lanzándoles aceite caliente,
mientras les decía: “Soy malo,
muy malo;
mi trabajo es hacer
maldad". Muelú dice que nada de eso es cierto, que él sólo hacía el
bien, dando de comer a quien lo
necesitaba y que, con quienes querían consumir su producto sin pagar, peleaba.
Ciertas o no tales historias, Muelú cobró fama por presumir de ser muy malo.
Otras ocupaciones de Muelú fueron:
comerciante de productos agrícolas en el Mercado Público,
el cual inició en 1945 y
mantuvo por casi 20 años; una paletera en el Teatro Unión y
Administrador, al tiempo que proyectaba las películas del mismo
establecimiento. Desde 1950 fue miembro del Sindicato
de Estibadores de Carga
Pesada del Ingenio
Barahona, en el cual se desempeñó
como Estibador y Capataz, hasta que fue pensionado por la
Federación de Sindicatos Azucareros.
Nacido en esta ciudad de Barahona en 1928, fueron
sus progenitores Don Nene
Suero y Doña Mélida Reyes. Su descendencia es un hijo llamado José. Su escolaridad consiste
en
el
segundo
grado
de
la
educación primaria, circunstancia que no resultó un obstáculo
al momento de enfrentar la vida con gran éxito.
Debido a un golpe recibido
en una de sus piernas,
necesita y usa muletas
para desplazarse. En la actualidad (2013),
se encuentra retirado
en su hogar, donde vende carbón
vegetal al detalle y lee cada día la Palabra de Dios, según
dice.
Muelú falleció el 1ro. de diciembre del 2017,
después de haber luchado muchos años con la diabetes.
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